Las murallas de Avila

Un recorrido por uno de los monumentos más emblemáticos de Avila

  ¿Por qué y cuándo se construyó la muralla?

La expansión repobladora emprendida por Alfonso VI durante la Reconquista, a finales del siglo XI, tenía como objetivo el emplazamiento de las ciudades de frontera, como consolidación de los territorios ocupados. Avila resurge por esta necesidad militar.
En el año 1089, el rey Alfonso VI encomienda al conde Don Raimundo de Borgoña, casado con su hija la princesa Doña Urraca, la reconstrucción de la ciudad.
La fecha de la construcción de la muralla se calcula que fue en la segunda mitad del siglo XII.
Norte de la muralla

  Algunos datos sobre la muralla

Dos kilómetros y medio de perímetro, 88 torreones, nueve puertas, un espesor de 3 metros, una altura media de 12 metros y una extensión de 33 hectáreas son los datos conocidos de esta fortificación que es modelo único de la arquitectura medieval europea.
Torre del Alcázar

  ¿Cómo se construyó?

La muralla fue construida en gran parte, aprovechando el trazado y los materiales de los muros romanos, reutilizando, por ejemplo, bloques de piedra procedentes de la necrópolis romana situada en el recinto de San Vicente.
También hay restos de verracos levantados por los vetones, pobladores celtas que ocuparon estas tierras antes que los romanos.
Por lo tanto, la muralla es un testimonio vivo de la historia de esta ciudad.
Bloques reutilizados

  ¿Cómo se organizó su defensa?

En un paseo alrededor de las murallas aprenderemos que sus muros se adaptan a la topografía del terreno, que sus lienzos y torres se elevan en las zonas más planas, y se hacen más pequeños cuando el terreno es más accidentado.
Por esta razón, en la zona oriental, donde el terreno es más llano, la muralla alcanza su mayor desarrollo. Aquí se situó el Alcázar y la Catedral, se organizaron las dos puertas más fuertes, la del Alcázar y la de San Vicente, y ante los muros se dispuso un sistema defensivo con un foso y una barbacana. Con ello podemos ver cómo la defensa de la ciudad se concentraba en tres fuertes símbolos del poder civil y religioso: el Alcázar Real, la Catedral y el Palacio Episcopal.
Fuera de las murallas, como si esta barrera protectora fuera insuficiente, Avila dispone de un segundo anillo protector en torno a ella: son las numerosas iglesias románicas que se sitúan enfrente de cada una de las puertas de la muralla.
Por otro lado, y ya dentro de las murallas, la ciudad se dotó de una plaza de armas, la del Alcázar, alzándose las casas fuertes en su mayoría adosadas a la muralla y contiguas a las puertas, siendo la catedral una de las primeras obras.
Confiaban, por lo tanto, en que de puertas afuera les defendería el poder divino y de puertas adentro el poder civil.
Terreno accidentado

Puerta del Alcázar

  ¿Cómo visitar la muralla?

Se han habilitado dos tramos del adarve de la muralla, uno junto a la Puerta del Alcázar y otro en la Puerta del Peso de la Harina desde los cuales se puede contemplar una excelente vista de la ciudad y sus alrededores.
También puede recorrerse dando un paseo por el exterior del recinto amurallado, lo que le permitirá disfrutar de unas vistas únicas de la muralla. En especial le recomendamos una visita nocturna, ya sea al atardecer o cuando la muralla está iluminada, entonces descubrirá cómo se transforma mostrando una belleza totalmente diferente a la que ofrece durante el día.
Vista nocturna
Biblia en linea
"Jesús dijo: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearón contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca" (Mateo 7:24-25)
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