Los Vetones |
Fueron los vetones, un pueblo celtíbero, los primeros en asentarse en Avila y sus alrededores hacia el 700 a.C. De su cultura quedan importantes restos esparcidos por la geografía abulense, como los célebres verracos (de los que hay algunos en Avila capital) y los castros o poblados en los que habitaban. |
|
Los Romanos |
Con la llegada de Roma a finales del siglo III a.C., Avila se convirtió en una plaza fuerte que adoptó patrones urbanísticos y modos de vida latinos. Durante la plenitud romana, Avila formaría parte de la Hispania Ulterior primero y de la Lusitana de Augusto después. |
|
Los Musulmanes |
Cuando en el 711 los musulmanes invadieron la península Ibérica, la zona quedó en territorio de frecuentes disputas entre musulmanes y cristianos. En esta lucha, la ciudad fue tomada hasta siete veces por unos y por otros, lo que hizo que se despoblase. |
|
La Reconquista |
Una fecha es clave en la historia de la ciudad es el año 1085, cuando Alfonso VI conquista Toledo y encarga a su yerno, Raimundo de Borgoña, la repoblación de la parte meridional del Duero para asegurar el mantenimiento de sus conquistas. Hacia Avila se encaminó don Raimundo de Borgoña con una numerosa hueste traída de los reinos de León, Asturias y Galicia. |
|
El Siglo XVI |
Poco a poco la urbe se fue enriqueciendo hasta llegar a su peróodo de esplendor en el siglo XVI. |
|
El presente |
Pero con el cambio de siglo la suerte de Avila se truncó dramáticamente; la peste, la expulsión de los moriscos, la emigración a América, el traslado de la nobleza a la capital del Reino y la pérdida de competitividad productiva marcaron su declive, que llegó a ser de proporciones catastrófica a inicios del siglo XIX. |
|